1. En la presencia divina de la Rosa de Jericó, humildemente elevo mi voz para pedir la realización de mi más ferviente deseo. Te imploro, oh sagrada Rosa, que despliegues tus hojas con la gracia de la esperanza, tejida con hilos de luz celestial. Que tu energía ancestral fluya como un río de bendiciones, abriendo los senderos que conducirán hacia la manifestación de mis sueños. Que cada pliegue de tu sagrado manto sea portador de fuerzas cósmicas, eliminando obstáculos y permitiéndome avanzar hacia la concreción de mi anhelo con amor y certeza.
  1. En el regazo espiritual de la Rosa de Jericó, deposito mis anhelos con fe inquebrantable. Te suplico, oh Rosa milenaria, que despliegues tus pétalos con la sabiduría de los tiempos, transformando mi deseo en una realidad floreciente. Que tu magia antigua actúe como un faro divino, atrayendo hacia mí las fuerzas celestiales que conspirarán a favor de mi causa. Que cada gota de rocío que abraza tus ramas sea un recordatorio de la frescura y la vitalidad que impregnarán mi vida. Confiando en tu poder, confío en que mi petición será respondida con armonía y abundancia, en perfecta sincronía con el universo. Que así sea, oh Rosa de Jericó, en la certeza de que tu bendición guiará mi camino hacia la realización de mis sueños más profundos.